El análisis de la escasez de los recursos productivos y de las inmensas necesidades humanas nos debe haber llevado a la conclusión de que la economía es una ciencia esencialmente hacia tres tipos de problemas. El primero se relaciona con la determinación del límite conjunto de bienes y servicio que deben producirse, lo mismo que sus respectivas cantidades; ese primer problema resulta de la imposible practica de producir todos los bienes y servicios deseados en cantidades ilimitadas. El segundo se relaciona con la utilización óptima de los recursos disponibles; es lógico que si los recursos son escasos, se haga necesario, además de la selección y la limitación de aquello que debe producirse, adoptar procedimientos tecnológicos que permiten extraer en la mejor forma el máximo posible de su capacidad productiva a cada a cada uno de los recursos disponibles. El tercer problema se relaciona con los procesos y la estructura de distribución de los bienes y servicios producidos; este último problema también resulta de la imposibilidad de atribución a cada uno de los participantes en el proceso productivo, una parte igual en el producto final obtenido; como las capacidades productivas individuales son diferentes, las participaciones en el producto final no pueden ser iguales. Sin embargo, ¿la estructura de distribución a que se llego fue realmente justa?
Estos tres problemas principales, por su fundamento económico, están relaciones dos directamente con la escasez de recursos y lo ilimitado de las necesidades. De ahí porque la solución de cada uno de ellos conduce a la toma decisiones.
En esas condiciones, detrás de las opciones básicas se ocultan problemas más graves, cuya solución representa, como señala Shackle “la propia razón de ser de nuestra rama del conocimiento”. Estos problemas se refieren a tres cosas conocidas, contenidas en tres preguntas aparentemente simples:
¿Qué y cuándo producir? ¿Cómo producir? ¿Para quién producir?
Estas preguntas abarcan prácticamente todo el vasto campo de la Teoría Económica.
Decidir entre seguridad o bienestar, entre bienestar inmediato o producción básica para el aumento del bienestar futuro, son hechos que constituyen dos dilemas fundamentales de las sociedades siempre tendrán que afrontar. Pero, acabamos de señalar, además de esos problemas fundamentales las sociedades tienen otras interrogantes que contienen más específicamente toda la complejidad de la organización económica. Esas otras interrogantes, que existen sea cual fue la decisión básica adoptada, se clasifican en tres niveles diferentes. En el nivel económico se decide qué y cuándo producir; en el tecnológico, sobre como producir; en el social, para quien producir, o más claramente, como distribuir el producto.
La escasa disponibilidad de recursos lleva a las sociedades a un sinnúmero de decisiones económicas, sobre la naturaleza y la cantidad de bienes que deberán producirse en cada uno de los sectores del sistema productivo. El sentido económico acerca de qué y cuándo producir se desarrolló a partir del conocimiento de las máximas posibilidades económicas, pues la eficiencia existe que las diferentes combinaciones se ubiquen sobre la curva de posibilidades de producción. Si hay por determinadas cantidades de un conjunto de bienes y servicios, la sociedad se sitúa dentro de los límites de su capacidad productiva, aunque ese conjunto de bienes y servicios satisfaga perfectamente los deseos de la sociedad, el sentido económico de las alternativas adoptadas no habrá sido alcanzado.
Al nivel tecnológico, corresponde solucionar la interrogante de cómo producir. Se trata de obtener la máxima eficiencia productiva que deberá alcanzarse no solo por la movilización de todas las posibilidades de producción, sino también por la mejor combinación posible de los recursos disponibles. Deben adoptarse los mejores métodos. Las unidades de producción tendrán que saber combinar, en la mejor forma posible, sus recursos patrimoniales y humanos y la sociedad tendrá que saber graduar la absorción de tecnología, de manera que la introducción de la técnica en el aparato productivo no implique desperdicio del potencial humano por el desempleo tecnológico.
Finalmente, a nivel social, el sistema económico deberá optar por el más complejo de los tres principales asuntos. Se trata de decidir en qué forma será repartida la producción total obtenida. En ese nivel, no se pensara solamente en alcanzar la máxima eficiencia productiva, sino también en fomentar la distribución ideal de la producción obtenida.
En la siguiente, partiendo de sus niveles de referencia, resumimos los esquemas básicos de solución aplicable a los tres problemas económicos principales.
Niveles de referencia y esquemas para la solución de los problemas económicos fundamentales.
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Problemas económicos fundamentales
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Niveles de referencia
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Esquemas de solución
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1.- Que y cuando producir
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Económico
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Adopción de opciones lógicas que satisfagan plenamente las necesidades y los deseos de la colectividad. Supone el alcance de los niveles de producción.
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2.- Como producir
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Tecnológico
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Obtención de eficiencia productiva. Supone eficiente combinación óptima ubicación de los recursos y maximización de los niveles de producción por la plena movilización de los factores disponibles.
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3.- Para quien producir
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Social
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Obtención de eficiencia distributiva. Supone que se alcanzan los niveles de bienestar individual y social.
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